¿Qué tienen en común estos jefes opulentos -el espectáculo con que Kadafy agasajó a sus ilustres invitados duró 90 minutos y costó 40 millones de dólares- de naciones empobrecidas, oprimidas y embrutecidas?
Chávez ya recorre ese camino y lo predica en otras naciones: cualquier cosa que se intente en Venezuela debe hacerle la venia al Comandante y contar con la suya; de lo contrario, todo resulta demasiado cuesta arriba.
Dos proyectos hoy surcan, nítidos, Sudamérica: uno es el que encabezan Brasil, Chile, Uruguay, Perú. Otro, el que lidera en Venezuela, Chávez y que es seguido, con variaciones, por Nicaragua, Bolivia y Ecuador. Uno lleva al desarrollo. El otro, a la africanización. El coronel Kadafy, satisfecho, lustra sus medallas.
Por Marcelo A. Moreno, publicado en Clarin el 06/09/2009. Leer todo el artículo
Foto: Luis XIV, Rey de Francia, publicado en Commons bajo licencia GNU.
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