viernes, 9 de octubre de 2009

Tasa Tobin II

El proyecto brasileño es por ahora un conjunto de buenas ideas de difícil realización. Rescata, renovada, la idea de un impuesto global (0,01%) a las transacciones financieras que cada año involucran más de un billón de dólares y otro a convenir sobre la venta de grandes armas. La primera tasa fue concebida en los 70 por el economista James Tobin, inmediatamente declarada "inviable" por la comunidad financiera internacional y hasta criticada por su propio autor antes de morir. Sobre el impuesto a las armas cabe entender por qué no entusiasma a EE.UU. —principal exportador mundial de ferretería bélica— y causa reacciones alérgicas a los dueños de empresas como Lockheed, Boeing y otras.

Y con todo, las ideas de Lula van en la misma dirección de cuánto sentido común pueda tener la historia y se inscriben en el compromiso asumido por los 191 Estados miembros de la ONU en la llamada "cumbre del milenio": reducir la pobreza global a la mitad para el 2015. Todo camino se inicia con un paso, después de todo.
Raul Cardoso, Un manojo de ideas de difícil realización  en Clarín, 21/09/2004.

...me parece también indispensable encontrar una fuente de financiamiento a nivel mundial no solamente para tener recursos en favor del desarrollo, sino también para preservar los bienes públicos mundiales como el ambiente, la salud... Hay diferentes propuestas sobre la mesa. La tasa Tobin tiene por lo menos una virtud que todo impuesto debería tener. Haría tributar a algo que tiene algo de nocivo: los flujos de capitales de corto plazo que contribuyen a la volatilidad de la economía mundial. Pero, para ser sincero, yo no sé cómo sería posible llevarla a la práctica.
Reportaje a Joseph Stiglitz, Un Nobel contra la deuda odiosa, en Clarin, 25/01/2004.

 Para la entrada anterior sobre este tema, enlace al artículo original de Rodrik en project Syndicate (en español).

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